La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en nuestras vidas ha supuesto un cambio de paradigma en todos los ámbitos y, en el campo de la traducción, se han alzado voces tanto a favor como en contra.
En el sector audiovisual, donde trabajo como traductora, la implementación de la IA implica una serie de peligros preocupantes, pues, sin una regulación y en manos de los poderosos (y me refiero a las empresas multimillonarias que financian la IA y a los gigantes de la traducción que están acaparando el sector audiovisual), supondrá una mayor precarización de un sector cuyas condiciones actuales expulsan a muchos profesionales a ámbitos mejor remunerados y con mayor reconocimiento. Esta situación afecta al sector de la cultura en general y no solo a traductores/as, sino también a creadores/as de países de todo el mundo. Por otro lado, tampoco deben pasarse por alto los problemas de confidencialidad, la repercusión medioambiental o los dilemas éticos que implica el uso de la IA
Entonces… ¿debemos integrarla en los estudios de Traducción o no? El dilema me angustió durante meses y decidí leer todo lo que caía en mis manos para entender los diversos factores que había que tener en cuenta antes de responder a la pregunta.
Como docente de un grado que aborda diversas especialidades de traducción —de la jurídica a la audiovisual pasando por la económica o la publicitaria—, mi reflexión se basa en dos preguntas fundamentales. ¿Cómo aborda la traducción un/a estudiante de primer curso? ¿Qué se encuentra un/a egresado/a cuando entra en el mercado laboral? Continue reading