La gestión profesional de las tareas de edición y traducción exige incluir los controles de calidad y las revisiones adecuadas en todos los niveles de los diferentes procesos que tienen lugar. Los medios periodísticos, por ejemplo, deberían ser especialmente cuidadosos con el tratamiento de los textos; sin embargo, con cierta frecuencia encontramos descuidos que cuestionan la calidad no solo de la redacción, sino de los propios controles, que en algún caso parecen inexistentes.
He aquí un ejemplo tomado de la edición digital del periódico La Vanguardia, que incluye la serie de videoclips E-KONOMÍA. En esta sección, los vídeos del profesor Xavier Sala-i-Martin explican, en un tono divulgativo, cuestiones vinculadas a temas económicos. Pero parece que, en este caso, los procesos de control de calidad textual no llegan hasta el departamento que se encarga de redactar los rótulos que acompañan a las imágenes, en los que no es raro encontrar faltas de ortografía. Veamos dos muestras de una misma semana, tal como aparecieron en un primer momento.
El día 19 de octubre había un llamativo “cuánto”, en lugar del “cuanto” pertinente aquí:
Y, solo tres días antes, contemplábamos la pirueta de escribir “por qué” de dos maneras distintas, una dentro de la imagen y otra al pie, y ninguna de ellas correcta:
Después, estos errores tienden a corregirse –por las quejas de los lectores o porque alguien se da cuenta– y, en búsquedas posteriores del documento, la ortografía aparece revisada, como se puede ver en el caso del vídeo del día 16 (no así en el del 19, por lo menos hasta la fecha):
Pero no es esta, desde luego, la mejor manera de operar, sobre todo si, como en este caso, parece que hay una falta de revisión repetida de la versión inicial del producto que llega al público.
Con el título de la sección te puedes esperar lo que quieras
Si dedicasen una mínima porción del presupuesto a pagar a un corrector (o a una persona con nociones de ortografía para hacer la rotulación), evitarían este tipo de fallos…