En este foro hemos sacado a colación más de una vez la situación poco satisfactoria de la traducción y la interpretación en juzgados y comisarías: empresas licitadoras que contratan personal poco o nada cualificado, honorarios irrisorios para los intérpretes, etc. Esta precariedad provoca situaciones rocambolescas y nada deseables como la de esta noticia reciente, que recogemos de la edición en línea de ABC.
En este caso parece que los “intérpretes” contratados se aprovecharon de la situación, convirtiéndose en unos delincuentes más.