Vaaale, aceptamos pulpo… Cómo adaptarse a la innovación: ideas para docentes

Aceptamos pulpo… (Clica la imágen para abrir el vídeo del anuncio de 1996 en YouTube.)

Habrá lectores que no reconozcan el referente del título: un antiguo anuncio televisivo del juego de mesa Scattergories, consistente en escribir palabras de distintas categorías (animales, capitales, profesiones…) que empiecen por una letra determinada. Para decidir si una respuesta era correcta o no, recurríamos a la sabiduría popular de los jugadores o a un diccionario. Pero, en el anuncio, el dueño del juego amenazaba con poner fin a la diversión si sus amigos no aceptaban «pulpo» como animal de compañía. Aprendimos así que las reglas del juego podían cambiar en función de la veleidad del amigo con el poder.

La misma falsa ilusión de certeza que nos daba el diccionario se la dio Wikipedia a numerosos cuñados en las celebraciones navideñas cuando aterrizó en nuestras pantallas. Este nuevo jugador, una enciclopedia colaborativa, adquirió pronto el poder de zanjar cualquier discusión. Al menos hasta que se dio la voz de alarma respecto a su fiabilidad y sesgos.

Ante los cambios, tenemos dos opciones: negarnos a aceptarlos o intentar usarlos en nuestro favor. ¿Existe hoy algún traductor que trabaje solo con una máquina de escribir? ¿Alguno que no use Internet o un procesador de textos? Y, sin embargo, ¿cuántos hay que nunca han probado una herramienta de traducción asistida por ordenador (TAO) o la traducción automática (TA)? ¿Cuántos se niegan en rotundo a explorar ChatGPT?

Oigo a docentes quejarse de que su alumnado usa herramientas de traducción automática. Quieren prohibirlas en sus clases. De igual manera están surgiendo negacionistas de la inteligencia artificial (IA). Pero las prohibiciones o restricciones suponen cerrar los ojos a la realidad, negar la innovación, desaprovechar los avances a nuestra disposición.

Igual que ya hice en su día con la TAO y la TA en traducción literaria, hoy quiero romper una lanza por la IA en nuestro sector. Docentes: no es una amenaza, solo un recurso más. Estudiantes: no es la meta, sino un punto de partida. Y podemos sacarle provecho, siempre y cuando tengamos presentes varios reparos.

A continuación, presento a modo de decálogo unas cuantas ideas para su discusión entre el profesorado.

  1. Promover en cada institución la redacción de un código de ética e integridad académica para que el alumnado evite plagios y produzca trabajos auténticos
  2. Aprender a usar la tecnología eficazmente y estar al día de los avances para poder enseñarlos
  3. Conocer en profundidad los riesgos (seguridad, confidencialidad, derechos de autor, sesgos…) y los errores que comete habitualmente la tecnología (fidelidad, registro, coherencia…) para enseñar al alumnado a reconocerlos y corregirlos
  4. Recalcar en el aula la importancia de la formación continua para perfeccionar las habilidades lingüísticas y los conocimientos culturales, de modo que se conozcan las expresiones idiomáticas, diferencias culturales y otros rasgos en los que las máquinas obtienen peores resultados
  5. Trabajar con el alumnado el análisis textual en profundidad y la escritura creativa, con el fin de que dominen el proceso comunicativo
  6. Enseñar qué es una traducción de calidad, mediante el análisis de corpus o textos paralelos y la valoración de traducciones automáticas y su comparación con otras «humanas»
  7. Brindar oportunidades para practicar en clase la posedición de textos traducidos automáticamente y el uso de un proceso sólido de garantía de la calidad, de modo que el alumnado pueda usar las herramientas con criterio y tomando las precauciones necesarias
  8. Colaborar con otros docentes y profesionales para descubrir otras ventajas de la tecnología aplicables a la traducción
  9. Adaptar la docencia y la evaluación, con el objetivo de enseñar a utilizar las herramientas nuevas con integridad y eficacia
  10. Formar estudiantes con la capacidad crítica para comprender las ventajas de la IA y sus limitaciones y dotarlos de los conocimientos y las habilidades que necesitarán como futuros traductores a la vista del rápido avance de las tecnologías

Todo lo anterior es aplicable a cualquier herramienta tecnológica actual o futura. A fin de cuentas, las reglas del juego nunca dejarán de cambiar. ¿Nos llevaremos las manos a la cabeza y no jugaremos más? ¿O aprenderemos las normas nuevas y las usaremos en nuestro provecho? Docentes: ¿prepararéis al alumnado de hoy para el perfil que requerirá la traducción de mañana? ¡Es hora de actuar! Estudiantes: ¿queréis formaros como profesionales globales y saber cómo podéis usar la IA como una herramienta más? ¡No os perdáis mi próximo artículo!

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About Isabel Hurtado de Mendoza Azaola

Llevo más de 20 años traduciendo de inglés a español. Me apasionan la educación, la solidaridad, la inclusividad y la sostenibilidad, así que ahora me especializo en traducciones relacionadas con la cultura, la educación y los derechos humanos. Puedes encontrarme www.lingotrans.es y en LinkedIn: isabelhurtadodemendoza.
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